Este un blog sobre mis experiencias comunicacionales, reflexiones y producciones. Espero que se pierdan en él al menos un rato y se vuelvan un poco comúniconautas, es decir, viajeros de la comunicación.

domingo, 27 de septiembre de 2009

Por la puerta de atrás

Decidida, ingrávida y fatal. Glamorosa, con el orgullo de quien sabe hacerse desear. Un cocktail peligroso. Ella, entre las noches largas y las paredes sabias, ella, que no llora, ni pestanea. Esa maldita sin ojos, sin boca, sin frente, sin rostro, que como nunca antes se extendía desde la punta de la cama hasta el picaporte oxidado de la puerta. Se movía. Se alejaba. Simplemente, se iba. Y detrás, una estela de pasos perdidos y voces atinando un quedate, no te vayas, quiereme.

Se detuvo incierta, desnuda, ¿Volvería, tal vez? Absurdo siquiera pensarlo.
Recuerdos errados, dulcemente turbios, ambiguos y tenaces desfilaron en ese breve instante en que dos cuerpos se separan. La espalda, de la puerta. Cobarde, es tan fácil cuando no se ve, le gritaron, le rogaron. Absurdo siquiera suplicar.
En la habitación sólo quedó otra, una sombra y la escarcha de un pisoteado te quiero.

domingo, 10 de mayo de 2009

Se declara al acusado: culpable

Era inaudito. Ya no había más instancias ni apelaciones posibles... ¿Y a ese juego de peritos presumidos, testigos falsos y abogados payasos se les llama Justicia? Era indignante... .pero, ¿qué hacer?....Nunca lo comprendieron, sólo lo oyeron pero sin escucharlo realmente... ¿Por qué habrían de creerlo inocente?

Únicamente le restaba resignarse, convencerse de que eso era lo que merecía, creerse esa infamia, esa mentira.Lo confinaron a una celda solitaria, con sus libros y algunos bártulos que estaban permitidos en aquella dependencia. Pronto le llegaría la hora, su hora, por lo que decidió preparase para que la ocasión no lo tomara desprevenido, pero fue en vano. La mañana del 3 de Abril de 1939, Hermenegildo Gutiérrez -El Mugre, para los enemigos- fijó su rostro en el maldito abogado pero sin poder oírlo, sin poder registrar las frases reveladoras que este le pronunciaba animosamente. Sus sentidos ya no percibían las luces lastimeras y la muchedumbre acongojada. De tal modo que no lo incomodó el festejo de sus compadres, ni el llanto de su madre por la emoción, ni la cara de vergüenza del juez; ni siquiera le extrañó que todos estuviesen allí, en su penumbra.


Todo aquello sucedió tan repentinamente que lo dejó sin respiro, sin un tímido suspiro, sin alivio. Un frío le recorrió el cuerpo entero, se detuvo en su pecho, y se adueñó de su alma, sólo de su alma. Entonces, tampoco atinó a hacer nada, ni a reír, ni a gritar, ni siquiera agradeció el testimonio redentor del maula Goitia. No abrazó a su desgraciada madre. No se vengó del juez corrupto. Allí se quedó rígido, paralizado e inmóvil; y el tiempo se detuvo sólo para él, para despedirlo.

domingo, 15 de marzo de 2009

Los hijos del Padrino

Apartó la chapa con cuidado y metió la cabeza a través de la abertura. Al principio vio la claridad mugrienta de la ventana que flotaba a una distancia imprecisa pero después observó con detenimiento y pudo advertir, entre la luminosidad polvorienta y la penumbra del desván, la sombría presencia de su hermano.

Decididamente, quitó el resto de las chapas y entró a la habitación. Allí estaban los dos, junto a los cachivaches impregnados de nostalgia -que se guardaban para nunca volver a usarlos- y los recuerdos de un pasado mejor. Pero, aquella noche, esos momentos de encanto y esplendor habían sido olvidados por los dos hermanos. Entonces, se miraron profundamente, impasibles, odiándose apasionadamente, con furia.

Los lazos de sangre y la infancia juntos ya no importaban. La institución de la familia era tan sólo una apariencia a mantener para con los demás gansters, algo así como un escudo protector superficial y de raíces poco profundas. Su estirpe y ellos habían sido corrompidos por la corrupción y los negocios sucios. En ese momento, lo único que les interesaba era que su padre estaba muerto y que sólo uno de ellos podía ser el sucesor. Esa era la regla básica: "La mafia sólo admite a un padrino".

Indudablemente, cuando eran niños se habían retado en alguna travesura; sin embargo, esa noche, ya adultos, jugaban a matar o morir y se desafiaban cara a cara, cegados por la codicia y la mezquindad. En ese lúgubre desván de nostalgia, uno de ellos murió, pero los dos perdieron.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Oh tú, Sagrado Lavarropas...


Sí mujeres, una máquina vino a liberarnos... Oh Lavarropas, el gran mesías de las mujeres, nosotras de ahora en más nos arrodillaremos ante , para agradecer tan liberadora invención...

Oh, tú Lavarropas, salvador de la cruel opresión de la sociedad machista...
¿Para qué nos habremos empeñado tanto en el voto femenino o por intentar recibir la misma remuneración que los hombres por igual trabajo? ¿Para qué nos habremos esforzado en que no seamos tratadas como objetos sexuales o que nos encasillen como amas de casas? ¿Para qué? ¿Para qué tanto esfuerzo? Para qué, si solo necesitábamos de una pequeña máquina de lavar ropa.... y sus colegas, también infaltables: la aspiradora, la plancha, la cocina... y tantas otras máquinas que están aquí para liberarnos...